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(Ajedrez) El juego de ajedrez ha carecido de métodos de enseñanza y el hombre, de tiempo para su estudio. | Roberto Grau |
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(Ajedrez) Si quieres destruir a un hombre, enséñele a jugar al ajedrez. | Oscar Wilde |
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(Ajedrez) Sólo un hombre culto puede llegar a las cumbres del ajedrez. | Alekhine |
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(Ajedrez) Yo siempre he sentido un poco de lástima hacia aquellas personas que no han conocido el ajedrez; Justamente lo mismo que siento por quien no ha conocido el amor. El ajedrez, como el amor, tiene la virtud de hacer feliz al hombre. | Siegbert Tarrasch |
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(En el epitafio a su perro.) Cerca de aquí reposan los restos de un ser que poseyó la belleza sin la vanidad, la fuerza sin la insolencia, el valor sin la ferocidad y todas las virtudes del hombre sin vicios. | Lord Byron |
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¡Qué irónico es que precisamente por medio del lenguaje un hombre pueda degradarse por debajo de lo que no tiene lenguaje! | Sören Kierkegaard |
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¿Es el hombre sólo un fallo de Dios, o Dios sólo un fallo del hombre? | Friedrich Nietzsche |
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A cualquier mujer le gustaría ser fiel. Lo difícil es hallar el hombre a quien serle fiel. | Marlene Dietrich |
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A excepción del hombre, ningún ser se maravilla de su propia existencia. | Arthur Schopenhauer |
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A la sombra de un hombre célebre, hay siempre una mujer que sufre. | Jules Renard |
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A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono, y a los ochenta, nada. | Baltasar Gracián |
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A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada. | Baltasar Gracián |
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A medida que un hombre entra en años, quiere vivir profundamente. Un sentimiento de triste dignidad invade su alma, y esto es fatal para un cómico. | Charles Chaplin |
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A un hombre sólo le pido tres cosas: que sea guapo, implacable y estúpido. | Dorothy Parker |
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A veces comparamos la crueldad del hombre con la de las fieras: es injuriar a éstas. | Fiodor Dostoievski |
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