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Los hombres se casan por cansancio; las mujeres, por curiosidad; ambos quedan chasqueados. | Oscar Wilde |
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Los músicos son terriblemente irrazonables. Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el preciso momento que uno desea ser completamente sordo. | Oscar Wilde |
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Los niños comienzan por amar a sus padres. Cuando crecen, les juzgan. A veces, les perdonan. | Oscar Wilde |
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Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados. | Oscar Wilde |
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Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben. | Oscar Wilde |
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Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa. | Oscar Wilde |
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Me gusta contemplar a los hombres geniales y escuchar a las mujeres hermosas. | Oscar Wilde |
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Mis deseos son órdenes para mí. | Oscar Wilde |
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No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo. | Oscar Wilde |
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No hay influencia buena; toda influencia es inmoral..., inmoral desde el punto de vista científico. Influir sobre una persona es transmitirle nuestra propia alma. | Oscar Wilde |
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No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea. | Oscar Wilde |
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Para adquirir reputación de mayor tacto social, habla a cualquier mujer como si estuvieras enamorado de ella, y a cualquier hombre como si te aburriera. | Oscar Wilde |
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Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la que no llevamos. | Oscar Wilde |
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Puedo resistirlo todo, excepto la tentación. | Oscar Wilde |
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Que hablen mal de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen. | Oscar Wilde |
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