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 ¡Son tantos los mortales que no pueden digerir la felicidad! La felicidad no es cosa fácilmente digerible; es, más bien, muy indigesta.
| Miguel de Unamuno | 
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Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco. | Miguel de Unamuno |
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Besos que vienen riendo / luego llorando se van, / y en ellos se va la vida / que nunca más volverá. | Miguel de Unamuno |
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Casi siempre me vi tratado de niño viejo, lo cual me consuela, pues creo que es el mejor camino para llegar a viejo niño. | Miguel de Unamuno |
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Cuando se muere alguien que nos sueña, se muere una parte de nosotros. | Miguel de Unamuno |
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Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee. | Miguel de Unamuno |
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El amor compadece, y compadece más cuanto más ama. | Miguel de Unamuno |
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El estilo es camino, no un camino por el que se va, sino un camino que nos lleva. | Miguel de Unamuno |
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El hombre es un animal esencialmente haragán. Quiere hacer que hace sin hacer y si trabaja es para no trabajar. Y no es menos holgazán el ambicioso. | Miguel de Unamuno |
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El hombre suele entregar la vida por la bolsa, pero entrega la bolsa por la vanidad. | Miguel de Unamuno |
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El matrimonio, al regularizar el apetito carnal, le quita al hombre pruritos de desasosiegos, dejándole tiempo de energía para más altas y nobles empresas. | Miguel de Unamuno |
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El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura. | Miguel de Unamuno |
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El periodismo mata la literatura. | Miguel de Unamuno |
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El progreso consiste en el cambio. | Miguel de Unamuno |
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Es detestable esa avaricia espiritual que tienen los que, sabiendo algo, no procuran la transmisión de esos conocimientos. | Miguel de Unamuno |
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